Seguro que la primera imagen que te viene a la mente cuando piensas en una persona emprendedora reúne características como iniciativa, buenas ideas, capacidad de interpretar el entorno, detecta oportunidades, humildad, audacia, creatividad, capacidad de influencia, poder de convicción, determinación, perseverancia, pasión, tolerancia ante la incertidumbre y capacidad de aprender de sus propios errores.
Pero no te quedes con que son multitud de características o habilidades. El espíritu emprendedor es un destello capaz de ilusionar a los que le rodean.






















