Antes de adquirir un crédito, primero debes de tener clara tu necesidad para saber cuál debes de elegir, ya que existen distinciones que podrían marcar la diferencia a la hora de empezar a pagarlo o utilizarlo en lo que pienses destinarlo.
Existen tres distintos tipos de créditos; personal, hipotecario y de negocios. Aquí te explicamos sus diferencias para que sepas cuál te conviene elegir.
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Crédito personal
Se trata del producto bancario más común y por lo general es utilizado para financiar necesidades personales muy específicas como viajes, bodas, etcétera; razón por la cual suelen ser de importes relativamente pequeños. Estos pueden ser otorgados a cualquier persona física que tenga abierta una cuenta en la misma institución bancaria y sus temporalidades de pago son a corto o mediano plazo.
Crédito hipotecario
Para otorgar este tipo de crédito se necesita ofrecer una garantía real, que es la hipoteca de un inmueble, de esta forma, en caso de que el dinero prestado no sea pagado la entidad financiera puede adueñarse de la casa o departamento.
Los créditos hipotecarios son solicitados para la compra de una vivienda, aunque dentro de este sector existen otro tipo de productos que permiten poner en garantía un bien inmueble mientras se utiliza el dinero para emprender un negocio que permita solidez económica, sin embargo, el importe máximo del préstamos no sobrepasará el 80% del valor del inmueble en garantía.
Crédito PyME
Estos son financiamientos enfocados principalmente a emprendedores de pequeñas y medianas empresas, con la finalidad de que inicien su negocio o empresa; y son entregados por instituciones financieras o gubernamentales que ayudan a adquirir las herramientas necesarias para iniciar con tu proyecto. Pueden tener una temporalidad desde 6 hasta 60 meses dependiendo del tipo de préstamo solicitado y por lo regular se piden uno o más avales o incluso la maquinaria como garantía de que recuperarán su dinero.
Así que conociendo las diferencias de los tipos de crédito será mucho más sencillo que elijas el que mejor se adapte a tus necesidades. Sin embargo, es importante que mantengas un buen historial crediticio en el buró de crédito para evitar que algún crédito te sea negado.
