Una inversión mal planeada puede ocasionar grandes pérdidas económicas y sentimientos de fracaso, estrés, preocupación y hasta arrepentimiento. Por ello queremos darte algunos consejos para que perder, sea la menor de tus posibilidades al invertir tu dinero.
Aunque el riesgo siempre existe, lo primero que tienes que hacer es establecer metas financieras concretas donde definas cuánto dinero quieres ganar con esa inversión y en cuánto tiempo, de esta forma podrás crear una estrategia efectiva y realista basada en tu capacidad financiera.
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Debes tener en claro hasta dónde eres capaz de arriesgarte, ya que de esto dependerá qué tipo de inversiones puedes realizar, puesto que las inversiones que ofrecen grandes ganancias suelen ser las más riesgosas. Sin embargo, aunque es más tardado, también se puede lograr una buena ganancia sin hacer un gran sacrificio financiero.
Antes de tomar la decisión de invertir una parte de tus ahorros es esencial que tengas conocimientos sobre planificación financiera e inversiones, para ello puedes apoyarte en noticias, libros de finanzas o artículos enfocados en este tema, incluso si lo deseas, podrías tomar un curso con algún experto que te enseñe desde principios básicos hasta estrategias para evitar perder dinero.
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Para que esto dé resultado también es importante que entiendas el área en la que planeas invertir tu dinero, así que te recomendamos investigar todo acerca del sector en el que estará tu dinero (afores, retail, bolsa de valores, etc.). Además de pedir la opinión de terceros, enterarte de cómo se encuentra la economía en ese momento, revisar el modelo de negocio... en fin, todo lo que necesites para una inversión rentable.
Sabemos que invertir en un proyecto personal que tiene posibilidades de éxito puede ser muy emocionante, pero lo mejor es no dejarse llevar por este sentimiento y ser muy objetivo y juicioso a la hora de tomar decisiones. Recuerda que no porque a ti te parezca una buena idea, significa que sea una buena inversión, así que antes de todo elabora un plan de negocios sólido.
Pero sobre todo, sé realista y mantén los pies en la tierra, ten un fondo de emergencias que puedas utilizar en caso de necesitarlo, lo más recomendable es que sea una cantidad cerca de al menos seis meses de tus gastos de vida normal, de esta forma podrás atender urgencias económicas sin que tu bolsillo se vea afectado.
