Contrario a lo que podría penarse, para iniciar un negocio y convertirse en un emprendedor, nunca se es demasiado joven o demasiado viejo, aunque sí se ha registrado un aumento de jóvenes que han decidido iniciar un proyecto propio, también son cada vez más los adultos que toman esta decisión.
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Y es que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población de adultos mayores de 50 y 60 años está creciendo debido a que actualmente la esperanza de vida es de 74 años, entonces, considerando que muchos de ellos se han retirado laboralmente y cuentan con ahorros derivados de esto, se convierten en posibles emprendedores.
Los emprendedores mayores cuentan con grandes ventajas, como más y mejor experiencia y una gran cantidad de conocimientos adquiridos durante todos sus años de trabajo, algunos incluso cuentan con experiencia en áreas administrativas que le ayudarían a ser más competentes dentro del mercado.
Sin embargo, también se enfrentan a distintos retos, como las nuevas tecnologías o la falta de confianza hacia sus propios proyectos que, de no mejorar, podría limitar o retrasar el éxito de los mismos.
Tipos de emprendedores según su edad
- Los menores de 30 años, por lo regular terminan una carrera universitaria y ya no buscan emplearse en una compañía, sino que deciden tomar riesgos gracias a que no tienen grandes compromisos, como hijos o matrimonio que mantener.
- Los emprendedores de entre 30 y 50 años, ya cuentan con experiencia profesional y buscan independencia laboral, por lo que deciden iniciar un proyecto propio para tener más tiempo para su vida personal. Entre sus principales ventajas está, que conocen mejor las oportunidades de negocio, tienen una mejor actitud y están más preparados para cumplir sus objetivos.
- Los adultos mayores de 50 años, por lo regular se jubilan aún con ganas de mantenerse activos y productivos y explotando sus conocimientos. Se enfrentan al uso de nuevas herramientas, pero se esfuerzan por mantener a flote su negocio.
Así que, si eres adulto y tienes miedo de emprender por la incertidumbre financiera, piensa en los beneficios que te daría ser dueño de tu propio negocio, como la autonomía que difícilmente se podría obtener de otra forma.
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