Crear un negocio o empresa puede ser un proceso complicado, pero sin duda apasionante, incluso si no se logran los objetivos en el momento que se esperaban y esto suele suceder por una serie de errores que se cometen, aunque conocerlo podría ayudar a evitarlos o librarse de ellos más fácilmente.
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Ser un emprendedor inexperto o no tener conocimientos sobre el área donde se planea desempeñar podría provocar la toma de decisiones equivocadas así que siempre será recomendable aprender antes de intentar salir al mercado.
Demasiado optimismo
Por supuesto que debes de tener una actitud positiva en todo momento, sin embargo, también debes de estar consciente de que existe la posibilidad de que las cosas no salgan como esperas, para lo cual sería muy conveniente tener idea de lo que podrías hacer en un escenario poco favorable, aunque esto puede ser complicado te ayudará a tener un plan de acción ante cualquier posibilidad.
Creer que una idea es un proyecto
No por tener una idea creas que ya tienes un proyecto en desarrollo, para ello es necesario aterrizar todas y cada una de las ideas y analizarlas para saber cuál es la más viable, para después tener un estimado económico considerando todos los recursos que se necesitan. Solo así, tu idea poco a poco se irá convirtiendo en un proyecto real y pronto en una empresa o negocio.
No planificar tus finanzas
En cuanto se empieza a funcionar es muy fácil enfocarse solo en recibir dinero y contar las ganancias, cuando lo realmente importante es la forma en la que se maneja ese dinero, por esta razón se debe de gestionar cada peso que entra para mantener la salud de la empresa o negocio.
Dejar de aprender
El camino del emprendimiento está lleno de posibilidades para cada día aprender nuevas cosas, pero suele suceder que cuando se llega a una zona de confort se pierde el interés por conocer otras áreas o incrementar los conocimientos. Es importante mantener la mente abierta y seguir siendo curioso como al principio para así estar actualizado en los temas de interés de tu empresa, de esta forma, tu competencia difícilmente podrá sorprenderte.
Como decíamos al principio, emprender se trata de competitividad, de ser tolerante a la frustración y de aprender de los errores cometidos, pero jamás se tratará de miedo a perder. Atrévete y cambia tu vida ahora.
