Muchos mexicanos son los que desean adquirir inmuebles para rentarlos, ya que esto es una manera en la que pueden obtener ingresos adicionales con el fin de mejorar su calidad de vida o bien para obtener un retiro temprano del mundo laboral y vivir del arrendamiento. No obstante, antes de convertirte en arrendador debes conocer tus derechos y obligaciones para evitarte muchos dolores de cabeza e incluso perdidas económicas.
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Arrendar una vivienda es uno de los negocios que más llama la atención, debido a la alta demanda en especial en ciudades o zonas metropolitanas. En la Encuesta Nacional de Vivienda elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se determinó que de los 35 millones de viviendas habitadas, el 16 % de los hogares eran rentados.
Aunque rentar una vivienda sea una práctica común en México, es importante que no lo tomes a la ligera y conozcas a fondo todos tus derechos y obligaciones.
Derechos del arrendador
Si eres o quieres convertirte en arrendador es relevante que cuentes con un contrato de arrendamiento, para hacerlo te recomendamos contar con el apoyo de un asesor legal, pues existen cláusulas, derechos y obligaciones que adquieres al convertirte en arrendador.
Cuando rentas un inmueble, el inquilino se compromete a realizar el pago por la renta del inmueble en el tiempo y forma establecido en el contrato. Otro aspecto fundamental es que si el inquilino causa algún daño al inmueble durante su estancia, este debe hacer las reparaciones correspondientes, por otro lado, el inquilino debe avisar con anticipación que dejará de habitar la vivienda, así como si el inmueble requiere de alguna reparación.
El arrendador tiene derecho a finalizar el contrato si el inquilino incumple con alguna obligación o prohibición escrita por contrato, tales como la prohibición de subarrendar, falta de pago, daño al inmueble, entre otras.
Obligaciones del arrendador
Como arrendador, además de derechos, adquieres obligaciones con tus inquilinos, entre las que destacan el garantizar que la vivienda sea habitable, con buenas condiciones de higiene y seguridad, por lo que debes responder en caso de que el inmueble tenga defectos ocultos, como fallas en la instalación eléctrica, tunerías dañadas, escaleras en mal estado entre otros.
También es tu obligación no interferir con la vida del inquilino, por lo que debes dejar que el arrendatario haga uso de la propiedad sin intromisiones, a menos que sean en beneficio del inmueble, por ejemplo alguna reparación o limpieza.
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Cuando se renta un inmueble es clave contar con un contrato elaborado por un profesional con el fin de protegerte ante abusos o inconvenientes como el empleo indebido del inmueble para acciones ilícitas que podrían poner en riesgo de tu patrimonio. ¡Ya lo sabes invertir en inmuebles para generar ingresos, es una excelente idea siempre y cuando lo hagas de la forma correcta! Suscríbete a nuestro boletín semanal para conocer más sobre inversiones inmobiliarias.
