Es importante cuidar cada detalle del proceso de preventa, venta y posventa con el fin de que se lleve exitosamente, para ello hay que dedicarle tiempo a cada etapa, y darle la importancia que requiere, esto para conservar clientes, obtener nuevos y vender más. Enfocarse en satisfacer al cliente conlleva tres procesos. Esto es la pre-venta, venta y post-venta.
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Preventa: Determina tu segmento de mercado, enlistando quienes son tus principales clientes, realizar un estudio de mercado que determine el producto o servicio más rentable, y saber que tanto está cubriendo la demanda que se tiene. Una vez determinado, se procede a enlistar las necesidades reales, buscando satisfacer las necesidades futuras. Diseña un plan que cubra todos los puntos focales anteriores, para atraer a quienes se determinó como clientes potenciales, para hacer nota de poder satisfacer sus necesidades inclusive antes de que se presenten.
Venta: Antes de comenzar el proceso de venta debes formular la acción comercial, establecer políticas de venta, medios por los que difundirán los productos y servicios de la organización. Lo más importante será lograr la lealtad de tu cliente.
Debes estar consciente de que lo más importante es lograr la lealtad de tu cliente y no solo ocuparte de vender, esto enfocándonos en conocer las necesidades del cliente, atendiendo y cuidando toda la experiencia, de manera que tu cliente sienta que el producto o servicio que le estás entregando sea especialmente para él.
Posventa: Ofrecer servicio al cliente después de la venta es fundamental, ya que es una gran fuente de ingresos, pues con ello se fideliza al cliente, brindando la posibilidad de conseguir nuevos clientes. Es por ello la importancia de determinar dentro del servicio de posventa los puntos que para los clientes resulta de mayor valor, siendo: calidad del servicio, atención inmediata, garantía y asesoría.
El efecto de posventa tiene el efecto de consolidar nuevos vínculos, obteniendo a través de la calidad y servicio ofrecido al cliente.
