Es completamente normal que después de un tiempo de poner un negocio o empresa empieces a cansarte o hasta hartarte un poco de él, pues al ser propio inviertes todo tu tiempo y esfuerzo en él y esto puede poco desgastarte e incluso aburrirte.
Una medida inmediata que se puede tomar en este tipo de casos es contratar a alguien para que haga el trabajo por ti mientras tu realizas otro tipo de actividades que te permitan volver a enfocarte en las prioridades de tu vida.