En el día a día, es bastante habitual que necesitemos adquirir algún bien y no dispongamos del dinero necesario para comprarlo. Esto puede deberse a que surja una necesidad inmediata como, por ejemplo, que se haya roto el termo eléctrico de casa, o bien a al deseo de tener una propiedad que nos aporte calidad de vida, como puede ser el caso de la compra de un vehículo o una casa. Para estas situaciones, podemos solicitar a las entidades bancarias diferentes tipos de préstamo que nos permita alcanzar nuestro objetivo.
También te puede interesar: Pros y contras de contratar una casa sin intermediarios
Cuando pensamos en créditos o préstamos, (que aunque similares no son los mismos), inmediatamente pensamos en bancos o entidades financieras prestadoras. Pero en función de nuestras necesidades y también posibilidades, es recomendable acudir con uno u otro.
Primeramente habría que determinar para qué es lo que necesitas el dinero. Puede parecer una respuesta obvia para ti pero no lo será tanto para el otorgante del crédito. ¿Quieres arreglar tu casa o solo comprar un mueble? No todo es remodelación. ¿Quieres un préstamo para hacer frente a tu hipoteca o cambiar las condiciones de la deuda actual? Una vez determinado el propósito del crédito es más fácil que comiences a buscar productos y entidades financieras que los manejen, dedicadas a cubrir las necesidades que tu tienes.
Uno de los préstamos que utilizamos más frecuentemente y del que minimizamos su importancia, es el crédito que nos ofrecen nuestras tarjetas. Gracias a su uso, podemos contar con una cantidad de dinero que habremos estipulado previamente con la entidad bancaria, pero que sabemos que recibiremos en un corto espacio de tiempo. Realmente el funcionamiento sería como un adelanto de dinero que, posteriormente, el banco recuperará.
Puede ser un recurso ideal para pequeñas compras que tengamos que hacer a causa de imprevistos, o para hacer frente al pago de algunas facturas que han podido resultar superiores a lo esperado o, incluso, para realizar un arreglo a nuestro vehículo. Con carácter general, su mantenimiento lleva un gasto anual asociado y pueden cobrarse comisiones.
Otra de las opciones que es muy utilizada, son los créditos personales. En este caso, solicitamos a la entidad bancaria una cantidad “x” que podemos utilizar para diversos fines, como puede ser liquidar una deuda o irnos de viaje. Generalmente, los requisitos para su concesión son bastante accesibles. Deberás estudiar las distintas alternativas que te ofrecen cada una de las entidades bancarias.
Los créditos hipotecarios pueden utilizarse para más que solo comprar una casa, es decir, existen distintos de créditos hipotecarios como pueden ser el de adquisición de vivienda, de construcción, sustitución e incluso créditos hipotecarios PyME. Cada uno para un fin determinado y con sus propios requisitos.
No queremos abrumarte con tantos créditos, por el contrario, nuestro objetivo es mostrarte la gran gama de posibilidades que tienes para poder cumplir tus objetivos. Acércate a Creditaria y con gusto uno de nuestros asesores te apoyará con todas tus dudas.
