La mayoría de las personas sigue los mismos pasos cuando quieren comprar una casa: buscan en portales inmobiliarios algunas viviendas interesantes, visitan esos inmuebles y una vez elegida la vivienda, se acude un banco para pedir un crédito hipotecario. Pero ¿qué pasa si invertimos ese orden? En este artículo explicamos qué ventajas hay si optamos por buscar primero asesoría hipotecaria antes de ir a una inmobiliaria.
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Sabremos si cumplimos los requisitos
En primer lugar, si lo primero que hacemos es acudir con asesor hipotecario, éste nos dirá si reunimos, sobre el papel, los requisitos necesarios para conseguir una hipoteca. En caso afirmativo, podremos buscar una vivienda sabiendo que, en teoría, podríamos obtener financiación, mientras que en caso negativo, nos ahorraremos perder el tiempo (y la ilusión) visitando casas o departamentos que no podríamos adquirir.
Ahora bien, antes de solicitar financiación también podemos saber, más o menos, si cumplimos estos requisitos. Aunque los criterios de riesgo de las entidades financieras pueden variar, generalmente todas exigen lo mismo:
- Tener ahorrado como mínimo el 20% del valor de la vivienda: 10% que el banco no financia y con lo que se debe cubrir el enganche, más otro 10% que tendremos que dedicar al pago de los gastos de originación.
- Disfrutar de una buena situación laboral, es decir, cobrar un sueldo relativamente alto, tener un contrato indefinido y contar con una cierta antigüedad laboral.
- Tener unas finanzas saneadas, esto es, no tener muchas deudas vigentes ni impagos registrados.
Hay que destacar, eso sí, que la aprobación no estará garantizada hasta que el banco no haga un avalúo. Para hacerlo sí necesitará saber qué vivienda queremos adquirir.
Sabremos qué casa nos podríamos permitir
En segundo lugar, al pedir antes la hipoteca, el banco nos dirá cuánto dinero nos podría prestar aproximadamente para financiarnos la compra de una casa o de un piso. De esta manera, podremos buscar una vivienda que se ajuste a lo que nos prestarían y no iniciaremos el trámite con un inmueble más caro de lo que podemos permitirnos pagar.
Por ejemplo, si el banco nos dice que nos pueden dar un crédito de 1 millón de pesos. En este caso, podríamos permitirnos una casa o departamento de hasta 1.250.000 pesos, siempre que tuviéramos ahorrados 200 mil pesos para cubrir el enganche, más los gastos de originación.
Si aún no estás seguro del valor de la vivienda que puedes pagar, te recomendamos leer acerca de los Simuladores Hipotecarios para determinar de manera muy simple cuánto debes ganar y cuánto deberías pagar por la vivienda que buscas. Si tienes dudas al respecto de la adquisición de un crédito hipotecarios, recuerda que la asesoría de un bróker hipotecario te ayudará a llevar todo tu trámite y totalmente sin costo.
