Se le dice amortización al pago de dinero anticipado al banco, que prestó el crédito hipotecario antes del vencimiento del mismo.
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Si se devuelve el total del capital restante del préstamo estaremos hablando de una amortización total. Mientras que, si solo se abona una parte hablaremos de amortización parcial.
A lo largo de la vida de la hipoteca puede ser que las condiciones del hipotecado cambien y cuente con un aporte extra de capital a través una herencia, un bonus en el trabajo, un ahorro… que puede ser usado para liberar parte de la carga que se ha contraído con el préstamo.
Una vez decidido que se quiere amortizar la deuda, se plantea la siguiente pregunta: ¿Conviene más amortizar plazo o cuota? Ambas opciones son buenas, pero la decisión dependerá de nuestro perfil y nuestra situación en ese momento:
Reducir cuota: es preferible si vemos dificultades en llegar a fin de mes o si queremos ir más desahogados para disfrutar de nuestro dinero a corto plazo
Reducir años: es preferible si se está cómodo con la cuota acordada a pagar mes a mes y así se conseguirá reducir los intereses totales abonados del préstamo. Esta opción suele ser más rentable.
Otra opción que se está viendo cada vez más en el mercado es destinar ese capital a inversión en vez de amortización del préstamo hipotecario.
Otro motivo para amortizar hipoteca es que al reducir el dinero que debemos al banco nos estamos blindando ante posibles subidas de tipos de interés y que hacienda nos devolverá parte del dinero amortizado como aportación a la compra de vivienda habitual (dentro de los límites habituales).
