Seguramente has escuchado hablar de ambos, pero ¿sabes cuáles son sus principales diferencias?
Los gastos hormiga son todos aquellos pequeños gustos que te das cuando sales a la tienda, cuando compras un café, comes en la calle, sales al cine o algún bar con tus amigos, o todas aquellas compras que representan un gasto considerable al final de mes, pero que no tomas en cuenta.
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Estos gastos que podrías considerar insignificantes, en realidad podrían llevarse hasta el 30% de tus ingresos mensuales, por lo que deberías de ser mucho más consciente de ellos para que trates de evitarlos o al menos de disminuirlos.
En cambio, los gastos fantasma pueden ser aquellos que son fijos, como la mensualidad que pagas por tu servicio de música o de películas, la renta de tu celular, etc. En la mayoría de los casos, ni siquiera recuerdas cuánto es lo que pagas por ellos per los notas al final de mes cuando tus finanzas son más bajas de lo que esperabas.
Aunque sí es probable que algunos de estos gastos estén incluidos en tu presupuesto, deberías de valorar qué tanto los aprovechas para que puedas deshacerte de aquellos que en realidad no necesitas. Se trata de hacer un balance general que te sirva para tomar una buena decisión.
Para mantener tus finanzas personales lo más sanas posibles, es necesario que seas consciente de tus gastos y organizado con tu dinero. Lo ideal es llevar un control ya sea por escrito, o de manera virtual para que sepas exactamente cuánto recibes y cuánto gastas cada mes.
De esta forma podrías lograr grandes ahorros. Piénsalo.
