Si estás cansado de pagar renta, vivir con roomies, o compartiendo casa con los suegros, es momento de que te plantees la idea de adquirir una hipoteca para hacerte de tu propia casa.
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Para llevar a cabo el proceso de adquirir una hipoteca, necesitas comenzar a ahorrar, e inicialmente contar con un método seguro, efectivo y que te apoye en administrar tus gastos.
Todo se reduce a dividir tus ingresos en 4 cuentas, dividiendo todos tus ingresos en porcentajes, esto sin importar que tus ingresos sean altos o bajos, si recibes un pago regular o fluctuante.
¿Cuáles son estos porcentajes?
- 50% para realizar gastos corrientes: Comida, transporte, deudas, salud, etc.
- 10% para una cuenta de ocio: Está cantidad irá destinada para que lo gastes en ti y tus pasatiempos
- 10% para una cuenta de educación: Está cantidad la podrás gastar en desarrollarte, capacitarte y obtener nuevas habilidades. Invertir en ti es la mejor inversión.
- 30% para una cuenta de inversión: Con el tiempo está cantidad invertida te generará gastos pasivos, debes evitar gastarlo, ya que será tu futura libertad financiera, y financiará tus gastos hipotecarios.
La ventaja de poner en práctica un método de ahorro es que tus ingresos crecerán con el tiempo, los porcentajes pueden variar de acuerdo a las mejoras económicas que vayas teniendo y lo más importante podrás hacerte de tu propia casa. Recuerda que invertir en crear ingresos pasivos, te dará grandes frutos en el futuro.