La competitividad en los negocios, se refiere a la capacidad de generar la mayor satisfacción de los consumidores fijando un precio; o la capacidad de poder ofrecer un menor precio, fijado a una cierta calidad. Pero existe también la competitividad personal y es clave para un emprendedor.
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Se cree comúnmente que una persona competitiva es aquella que posee un gran número de conocimientos y herramientas laborales que lo ayudan a destacar de entre otros colaboradores. La realidad es que una persona con cualidades competitivas mantiene en armonía y sintonía la inteligencia emocional, su salud mental y corporal.
Sigue estos tips que te ayudarán a encontrar mayor bienestar en tu vida y por ende ser más competente:
Saludable: Cuida tu salud, ejercita y alimenta adecuadamente tu cuerpo para contar con la energía requerida en tu trabajo intelectual, emocional y físico. Realiza un chequeo médico frecuente para prevenir y atender cualquier potencial afección. Llénate de vitalidad y contagia energía.
Sereno: Gerencia las respuestas emocionales que generan tus sentimientos y estados de ánimo, se firme cuando has de serlo, pero emplea autocontrol, paciencia y tacto en tu actuar. Evita tener arranques de ira que afecten tus relaciones humanas. Disfruta de la tranquilidad y domina técnicas de auto–relajación.
Sincero: Actúa en tus conversaciones y acciones basado en la ética, honestidad y justicia. Se abierto para expresar tus puntos de vista, empleando tu verdad asertiva y respetuosamente, con franqueza y firmeza pero con consideración.
Sencillo: Maneja tus relaciones personales y profesionales con humildad y simplicidad, no dejes de conocer su valor y sus logros, pero reconoce que puedes aprender de todo ser humano y que tus éxitos se los debes a otras personas. Evita los lujos excesivos, dale el justo valor a lo material, dentro de un clima de abundancia y prosperidad.
Simpático: Se cortés, amable, educado; evita los vicios comunicacionales del cinismo, sarcasmo, burla, humillación, discriminación, generalización y juicios sin sustentación. Busca ser asertivo, pero considerado y respetuoso del clima de tus conversaciones, fluye con buen humor, alegría y disfruta de la interacción humana.
Servicial: Emplea el poder de la retribución y del servicio para llegar dentro de las necesidades de otros, haciéndote cargo de las inquietudes de quienes te rodean en tu familia, trabajo y vecindad.
Sinérgico: Coopera y crea climas de cooperación y ayuda mutuamente en tus equipos de trabajo, tanto en la familia, el gremio o la empresa. Reconócete como una parte clave de un equipo y no como una pieza indispensable. Esto te hará tomar consciencia de la importancia de la coordinación, el apoyo, la humildad para aprender, la visión común, la creatividad y la libertad para generar acciones impecables que toman los diferentes equipos humanos a los que perteneces.
