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El sector inmobiliario es indudablemente uno de los más rentables, cotizados y resilentes. Esto porque los esquemas de inversión permiten participar en el sin importar el capital.
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El tomar la decisión de adquirir un inmueble es sinónimo de emprendimiento, sin importar el uso que le des, ya sea para su uso propio o como mecanismo de diversificación, el adquirirlo te permitirá rentarlo o venderlo.
El apostar invertir en este sector genera compromisos y responsabilidades, sin embargo, con un plan de acción bien determinado, los conocimientos necesarios y la información respecto al comportamiento de la economía nacional y local, los precios del mercado, legislaciones y demás riesgos asociados no tendrás inconveniente alguno.
Aun en periodos críticos el sector inmobiliario y sus desarrolladores, han logrado superar cualquier tipo de contingencia, y por mucho elevar su valor en el mercado.
¿Qué tanto funcionan las inmobiliarias?
México es uno de los países, donde la actividad inmobiliaria representa el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, generando 15 millones de empleos y detonando 48 ramas económicas entre 2014 y 2016.
Existe un indudable optimismo al invertir en el sector, además de que la incertidumbre de obtener riesgos es mínima. De acuerdo a las estadísticas de Softec, empresa especializada en investigación y consultoría inmobiliaria en México, la industria inmobiliaria requerirá capitales de inversión de 403 millones de pesos durante el 2018. De está inversión, el 57% se destinará a la edificación, desarrollos, comercio, creación de oficinas y hoteles.
Si es de tu interés es ser un inversionista Inmobiliario en está industria, te recomendamos considerar todas las opciones a elegir y evaluar a cuál eres candidato, desde la adquisición de una vivienda para comprar, vender o rentar; hasta probar como copropietario en materia comercial como son: oficinas, centros comerciales, naves industriales y hostelería.
