Día con día escuchamos a personas quejarse de su situación financiera, por las deudas que tienen, las altas tasas de interés y de la pesada carga en que se han convertido. Si bien, hay aspectos de estas deudas que no podemos controlar como las tasas de interés, en su mayoría son deudas que no se supieron gestionar con éxito desde su inicio.
Endeudarse, es inevitable si lo que se busca en la vida es comprar bienes que se vuelvan un patrimonio, lo cierto es que hay que saber endeudarse, es decir, buscar la forma de no adquirir malas obligaciones financieras.
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Pero entonces existen ¿deudas buenas y malas? La respuesta es 'si' y a continuación te compartimos en qué consiste cada una:
Deuda mala
Es la que se adquiere por un gasto innecesario o prescindible, o para la compra de productos cuyo valor se deprecia mientras los intereses aumentan. Por lo general, hacen parte del sector comercial y de consumo: vacaciones, ropa, lujos, comidas fuera de casa, crédito de vehículo, etc.
Deuda buena
Una deuda buena representa un beneficio real o inversión. Logra aumentar tus activos en el tiempo y sus resultados la justifican. Entre estas, las más representativas son las deudas hipotecarias, los créditos estudiantiles y de emprendimiento.
Invertir en propiedades
Invertir en propiedades es la mejor de las opciones a la hora de endeudarse. En primer lugar, el monto que pagas por el préstamo, por lo general es el mismo de un alquiler. Es decir, constituyen un patrimonio considerable mientras desembolsas un dinero que, de otra manera, sería solo un gasto de arrendamiento.
Además, se trata de una inversión segura. Salvo algunas excepciones, un bien raíz no es susceptible a las fluctuaciones económicas. Tu propiedad se revalorizará con el tiempo y se beneficiará de la plusvalía que suponen las obras de infraestructura en sus inmediaciones desarrolladas por el Estado y la empresa privada.
Por donde se mire, endeudarse para invertir en propiedades siempre será una buena decisión, especialmente si no posees grandes capitales para una compra al contado. Además, si te asesoras por profesionales con experiencia en el mercado inmobiliario e hipotecario, podrás recuperar tu inversión en corto plazo.
