Emprender un negocio o empresa es un proceso un tanto largo que debe tener una buena planeación para funcionar correctamente, pero una vez que tienes todo esto debes de pensar en contratar empleados que desempeñen ciertas funciones para hacer más efectivo el flujo de trabajo.
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Pero en este momento corres el riesgo de contratar a la persona equivocada, alguien que no cumpla con el perfil que necesitas, entonces ¿cómo encontrar a la persona correcta?
Debes de estar consciente de que los primeros empleados son los más valiosos, porque son ellos los que van a entender los valores y los objetivos de tu empresa o negocio y los van a adoptar como propios, y además serán quienes transmitan esto a la siguiente generación de empleados que contrates.
Por esta razón, debes de hacer una elección minuciosa para estas primeras personas que creerán en tu proyecto, para que caminen junto a ti en este proceso de crecimiento.
Te damos algunos consejos para elegir a los mejores:
Piensa antes de elegir
Es muy común que cuando sientes una inmensa carga de trabajo, te urge delegar responsabilidades para libertarte un poco y enfocarte en otros aspectos del proyecto, este tipo de situaciones provocan que tomes una decisión precipitada.
Ten claro el perfil que necesitas
Antes de iniciar la búsqueda de la persona que te va a ayudar, es necesario que tengas claro cuál es el perfil que necesitas para que desempeñe las funciones vayas a imponerle. Esto es más importante de lo que te imaginas.
Toma en cuenta sus conocimientos, pero también sus habilidades
Es cierto que el currículum es una carta de presentación importante que te sirve para conocer un poco a tu prospecto, sin embargo, no debería de ser determinante a la hora de tomar una decisión. También es importante tomar en cuenta la experiencia y las habilidades con las que cuenta la persona. Esto incluso podría ser más sobresaliente que todo lo que diga en su CV.
Elegir a la persona correcta podría ser más complicado de lo que parece, por lo que también puedes pedirle a tus prospectos que realicen ciertos ejercicios que tengan que ver con la función que van a desempeñar para que te des una idea de qué tan buenos podrían ser. De igual forma podrías pedir la opinión de alguien más para tomar la decisión.
Lo importante es que entre tú y la persona exista una química laboral que les permita a los dos trabajar arduamente para seguir creciendo.
