Lo que se entiende como vivienda en mal estado, es aquella que se encuentra en estado ruinoso, es decir apuntalada; aquella que tiene inclinaciones, humedad excesiva, grietas en pisos y techos, etc. Estas viviendas son por razones obvias, más económicas que las nuevas. Así que si tú estás pensando en comprar una vivienda en mal estado, te recomendamos leer este artículo antes.
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No es necesario terminar de leer este post para saber que el principal atractivo de estas viviendas es su bajo costo y que, quien decide hacer su compra sabe que tendrá que hacer reparaciones que corran por su cuenta. Pero este post no está dedicado aquellas personas que están buscando la mejor opción de vivienda, si no aquellas que saben que la casa está en mal estado y aun así quieren comprarla
Para ello, una recopilación de los PROS y CONTRAS:
PROS
CONTRAS
Las casas muy viejas, los inmuebles poco o mal mantenidos, son los que pueden presentar mayores problemas. Desde la existencia de tuberías o pinturas con plomo hasta el mal aislamiento térmico y acústico, o la presencia de vigas de madera, pueden presentar graves problemas estructurales que no son resultan visibles en el primer momento.
La mayoría de compradores no quiere encontrarse en la situación de tener que acometer pequeñas reformas o tareas de mantenimiento tras comprar una casa. Al contrario, intentan detectar estos fallos para hacer una oferta económica inferior y pedir al propietario que corra con los gastos de la reparación.
Recuerda que la asesoría de un experto puede ayudarte a ahorrar miles de pesos, al evitar comprar una casa que nos es Apto Crédito y con la cual no recuperarás tu inversión.