Para presumir una buena salud física, se necesita actividad física frecuente y contar con hábitos saludables de vida y alimentación, es decir disciplina y buenos hábitos. Tener una salud financiera, requiere de la misma disciplina y voluntad para hacer ejercicios que te permitan alcanzar tu libertad financiera.
En ambos casos, son igual de relevantes para nuestro bienestar en la vida, lamentablemente a muy pocos les interesa tener disciplina en su salud financiera. Para que no formes parte de esas estadísticas de personas endeudadas, te recomendamos empezar a entrenar tus habilidades financieras con los siguientes ejercicios.
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Como toda prescripción médica, hay que seguir las dosis que el doctor no está dando para poder tener los resultados esperados. En este caso, seguir estos ejercicios ocasionarán bienestar financiero y personal:
- Tener los pagos al día. Hay que procurar pagar a tiempo las facturas de servicios públicos, telefonía, renta o de mensualidad de la hipoteca, vehículo, colegio y de todos los servicios que se utilicen.
- Notificar al banco algún inconveniente. Los pagos de los créditos en general deben hacerse antes de la fecha de vencimiento, y hay que tratar de pagar un poco más del pago mínimo. En caso de no poder hacerlo, se puede llamar a la entidad y poner sobre la mesa el problema para llegar a un acuerdo que permita una solución amigable.
- No autorizar consulta de datos innecesariamente. Si no se va a pedir un producto financiero, no conviene autorizar consulta de la capacidad de endeudamiento de manera libre: las entidades financieras verán esto como una falta de insolvencia o de falta de capacidad de pago.
- Tener solo las tarjetas de crédito necesarias. Preferiblemente tener solo dos. Al tener muchos ‘plásticos’ o créditos abiertos, aunque no se usen, las centrales de riesgo siempre lo van a ver como deudas, afectando la capacidad de endeudamiento en caso de requerir un crédito.
- Valorar las opciones del mercado. La venta de cartera es buena opción si se quiere asegurar un mejor flujo de caja, centralizar los compromisos en una sola obligación o beneficiarse de menores tasas de interés con las que cuenta el mercado.