El 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, una fecha poco conocida debido a la falta de promoción y prevención, no obstante el suelo es uno de los recursos necesarios para el desarrollo de la vida. Sin él no tendríamos donde vivir ni alimentos que consumir, puesto que el 95% de los alimentos provienen de él. En este día queremos hacer conciencia de la importancia de este recurso para el mundo, así como compartirte algunas acciones para prevenir su deterioro.
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El suelo de la Ciudad de México (CDMX) se hunde a un ritmo de casi 50 centímetros al año. Tras varias décadas de estudios y mediciones, científicos mexicanos y estadounidenses han concluido que el hundimiento de la ciudad no se detendrá durante los próximos 150 años, añadiendo 30 metros a los ya varios metros de hundimiento, debido a que las franjas de suelo se están compactando constantemente.
Seguramente has escuchado sobre los hundimientos, socavones y microsismos que cada vez son más comunes en varias zonas de México. De acuerdo con el Instituto Politécnico Nacional (IPN) estos se forman debido a agrietamientos geológicos en el suelo y su posterior profundización hacia el subsuelo.
Los socavones y grietas en el suelo pueden adquirir forma lineal y extenderse cientos de metros. Las grietas, hundimientos, corrimientos de tierra y desniveles del suelo se transmiten a las edificaciones, por lo que pueden dañar su estructura y causar desplomes. Aquí es donde radica la peligrosidad de este tipo de fenómenos cada vez más frecuentes en el país.
El suelo es un recurso finito, que además de ser un ecosistema dinámico, sirve de soporte a todas las formas de vida y provee de alimento a todo ser vivo en la tierra. Por lo que este día más que celebrar el suelo que habitamos es para tomar conciencia del daño que estamos causando y para tomar acciones para tratar de revertir el daño. Suscríbete a nuestro boletín semanal para conocer más sobre inmuebles y créditos hipotecarios.