Una carga hipotecaria se considera como el derecho de un tercero sobre algún inmueble, por ejemplo un embargo, un arrendamiento, una hipoteca. Esta carga debe estar reflejada en el Registro de la Propiedad para que sea público, garantizando seguridad jurídica para comprador y vendedor.
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Una carga hipotecaria, representa una limitación a su uso o propiedad. Entonces, puede entenderse, como una carga hipotecaria a la idea de que el inmueble “debe responder”, sin importar quién sea su titular, no está “libre de cargas” para ser comprada o vendida hasta que se pague la deuda que posea. Se entiende por “libre de cargas” cuando el propietario no tiene ninguna limitación sobre el inmueble.
Entre los pasos imprescindibles que se deben llevar a cabo antes de comprar una vivienda está acudir al Registro de la Propiedad para cerciorarse de que no existe algún tipo de cargas inscritas sobre la misma. Ignorar este tema, puede acarrear pérdidas de dinero y muchos dolores de cabeza en el futuro.
Es importante recordar que la vida de una hipoteca no termina con el pago de la última cuota, sino en el momento que se levanta la carga de la hipoteca, algo imprescindible para vender una propiedad.
Existen diferentes tipos de acuerdos extrajudiciales para quitar cargas hipotecarias de un inmueble. Entre ellas están:
En fin, tal y como lo hemos nombrado en varias oportunidades, las opciones y las necesidades son diferentes con cada deuda y lo más importante es buscar la asesoría profesional adecuada para conseguir el cumplimiento de la meta: librarse de la carga hipotecaria.