Blog Creditaria

Pros y contras de comprar una segunda casa

Escrito por Equipo Creditaria | 22 de abril de 2019 21:19:18 Z

Comprar una segunda vivienda es una aspiración que crece entre los mexicanos, aunque su realización concreta no parece ser tan fácil.

 

También te puede interesar: Quiero una hipoteca justa ¿debería contratar un intermediario?

 

Puede que quien se esté proponiendo adquirir una segunda residencia la considere una buena inversión a largo plazo, y que le atraiga especialmente su rentabilidad; o que considere que este es el momento, ya que los precios están subiendo, que una vivienda es un seguro de cara al futuro; que pueda mejorar de esta forma su vivienda actual; o que pueda destinarla a su disfrute durante las vacaciones. Sea como fuere, la adquisición de una segunda vivienda le requerirá cuidar de una forma especial sus finanzas personales.

 

El primer consejo es valorar detenidamente si, en lugar de comprar, no convendría más alquilar. ¿Qué ventajas presentaría esta opción? La posibilidad de optar cada año por un destino diferente, no tener que asumir todos los gastos ligados a una transacción de compraventa o de la hipoteca y evitar aquellos vinculados al mantenimiento de la propiedad.

 

Esta decisión los aspectos psicológicos juegan un papel apreciable y que para algunas personas la seguridad de poseer un lugar fijo donde pasar las vacaciones puede ser un elemento importante, así como el período en el que quiere ser propietario de la vivienda y sus previsiones sobre la evolución del mercado inmobiliario.

 

El segundo aspecto a tener en cuenta es el objetivo que se quiere conseguir. ¿Es una inversión para alquilar o revender, o la segunda vivienda servirá para el disfrute personal? Deberíamos plantearnos si merece la pena realizar un desembolso al contado o distribuido entre varios años –como es el caso de una hipoteca– para utilizar el inmueble como propietarios solo unas semanas o meses al año.

 

Haz el siguiente ejercicio para determinar la rentabilidad que puedes obtener con una segunda casa:

 

Precio de compra del inmueble/ ingresos brutos * 12 meses = rentabilidad bruta

 

A la rentabilidad bruta hay que descontar todos los costes asociados a la vivienda, como el pago de la cuota de la hipoteca, los impuestos y los gastos. No hay que olvidar tampoco que, si está ubicada en un destino turístico, su atractivo para alquilarla a un tercero se concentraría en la temporada alta, justo el momento en el que, como propietarios, estaríamos interesados en ocupar nuestra propiedad.

 

En lo que se refiere a condiciones hipotecarias, por ejemplo, el banco nos pedirá también información sobre nuestra vivienda habitual, para ver si está totalmente pagada y si la situación registral es coherente. Ya que, al adquirir una segunda residencia, las probabilidades de impago aumentan.