¿Ganas más que cuando comenzaste a trabajar, pero te sigues quedando sin dinero al final de la quincena?, ¿te cuesta ahorrar? significa que eres presa de la Ley de Parkinson. Te platicamos a continuación qué es y cómo revertirla para alcanzar tu meta de adquirir una vivienda.
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La Ley de Parkinson, aunque comparte nombre con la enfermedad degenerativa, no tienen nada que ver. Es llamada así por el autor Cyril Northcote Parkinson, un funcionario británico que la desarrolló en 1955. Esta Ley tiene tres grandes principios que explican el comportamiento humano con sus finanzas. Te explicamos a continuación.
Es acerca de cómo las personas utilizamos el plazo de tiempo disponible para cumplir con una tarea por más sencilla que sea esta. Por ejemplo, una pareja de 24 años desea comprar una vivienda a través de un crédito hipotecario cuando tengan 30 años.
Para lograrlo, se debe ahorrar por un par de años para juntar el enganche. La pareja no ahorra inmediatamente, espera a que falte uno o dos años para comenzar a hacerlo, por lo cual se ven ahorcados financieramente. De haber comenzado ahorrar pequeñas cantidades desde un inicio, tendrían más efectivo y es posible que les alcanzará para un lugar mejor.
Cuanto más ganas más gastas, esta es una máxima que a la mayoría nos ha pasado. Cuando recibes un aumento lo primero en que pensamos es en que podemos comprar con él: inscribirnos al gimnasio, renovar el guardarropa, comprar un mejor automóvil, salir más de viaje, etc. Si seguimos esta tendencia nos damos cuenta de que los gastos cada vez son más grandes y, por lo tanto, cubren todos nuestros ingresos.
Se refiere a la tendencia a dedicar más tiempo a una tarea cuanto más relevante es, similar a priorizar, sin embargo, cuando se cumple el primer principio la tarea que dejamos a un lado porque teníamos mucho tiempo, cobra mayor importancia cuando la fecha límite se aproxima.
Para contrarrestar esta ley y volver a tener tus finanzas saludables basta con realizar una lista de tus necesidades, ingresos y gastos para identificar aquellos que son innecesarios y poder reducirlos. Cuando recibas un aumento, no lo gastes todo, te sugerimos ahorrar el 10% del mismo, de esta manera podrás cumplir tus objetivos a corto y largo plazo.