Un ambiente de trabajo armonioso siempre será beneficioso en una relación laboral. Esto también aplica para aquellas personas que deciden tener una franquicia.
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El punto más importante para cualquier relación; cualquiera que sea, de trabajo, personal, escolar; es la comunicación. Como franquiciatario es importante saber escuchar lo que el corporativo dice, entiendas las razones y las apliques a tu franquicia. De la misma forma, la empresa siempre estará dispuesta a escucharte pues eres tú quien está en contacto con los clientes, con la operación diaria y quien mejor sabe qué mejoras se pueden hacer.
Una buena comunicación entre ambas partes beneficiará a la franquicia así como a todos los colaboradores en ella. Si no hablas, contribuirás a que los problemas que se pueden resolver de forma sencilla, empeoren.
La empatía por otra parte, también es muy relevante. Entender las decisiones del corporativo te ayudarán a poner en práctica los cambios que te pidan, de la misma forma que ellos entenderán tus inquietudes y necesidades.
Tu franquicia con el paso del tiempo evolucionará y la ayuda que necesites del corporativo será diferente a la que recibías al inicio, puesto que tu operación es más avanzada. Mientras tú aprendes a ser empresario, la franquicia debe estar preparada para adecuar su asistencia técnica a niveles más complejos.
Y si hay algo que no te gusta o crees que se puede hacer mejor, también podrás proponer innovaciones. Y aunque hay un mito que dice que las franquicias no permiten innovar, puedes romper con esa idea y exponer tus ideas al corporativo.
Se proactivo no solo en tu vida personal, aplícala en tu franquicia y empapa a tu organización de tus ideas y proactividad. El liderazgo es lo que más se busca en un franquiciatario.