La lucha por la equidad de género deja al descubierto uno de los sectores más importantes para la economía mexicana y es el emprendimiento. Aún existe una gran brecha que aleja a las mujeres del área del emprendimiento, ya sea por falta de apoyo económico, escasez de tiempo o a la creencia de que emprender un negocio puede interferir con sus labores habituales.
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De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 45 de cada 100 mujeres mayores de 15 años forma parte de la población económicamente activa en México. De éstas, el 67% son trabajadoras subordinadas, el 23.6% son trabajadoras por cuenta propia y sólo el 2.5% son empleadoras.
Si uno de los principios de la equidad de género es que las mujeres tengan control sobre sus recursos económicos para ser independientes y empoderarse, ¿hacia dónde se inclina la balanza?
Empezar una empresa sin tener la experiencia o los conocimientos sobre el funcionamiento del mercado es un error bastante común que puede condenar tu empresa al fracaso, incluso antes de iniciar formalmente y si a esta situación sumamos la brecha de oportunidades que existen por solo hecho de ser mujeres, las estadísticas del emprendimiento empeoran.
Existen instituciones privadas, organizaciones sociales y de gobierno que brindan asesoría para comenzar tu negocio. Algunas de estas son: Dalia Empower, Victoria 147, 10,000 mujeres por México, Vital Voices México, CREA: Comunidades de Emprendedoras Sociales, NIÑASTEM PUEDEN, FONDESO, entre otras.
Si aún no decides qué negocio emprender, te recomendamos investigar a las Franquicias Hipotecarias y Franquicias PyME. Son excelentes formas de inversión al emprender ya que cuentan con un modelo de negocio previamente probado y altamente efectivo, lo que les permite replicarlo. Su inversión es baja con respecto a un negocio propio y cuenta con mayores garantías de éxito.