Emprender o iniciar un nuevo negocio podría parecer realmente sencillo, ya que aparentemente solo se trata de vender un producto o servicio y pagar costos e impuestos para obtener una ganancia.
Sin embargo, la realidad del cuidado de las finanzas es mucho más compleja y de no hacerlo de la forma correcta podrías verte inmerso en fuertes problemas económicos; por eso te recomendamos que primero posiciones a tu negocio, luego lo mantengas y una vez que sea autosuficiente lo expandas, siempre realizando las finanzas necesarias en tiempo y forma.
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Para tener una buena gestión financiera son necesarios algunos puntos:
- Tener habilidades para vender y cobrar: Debes de aprender a agilizar el retorno de inversión con una cobranza óptima que permita un crecimiento sostenido y excelentes ventas.
- Llevar la contabilidad de forma eficiente: Debes de tener muy claro cuánto dinero entra a tu negocio y cuánto sale para llevar un buen control. Es importante que todos los pagos los realices a tiempo para evitar el pago de intereses.
- Mantente en un buen margen de precios: No importa cuánto le quieras ganar a la competencia, bajar demasiado tus precios podría causar más daños que beneficios. El objetivo es contar con una rentabilidad sana.
- Anticípate al futuro: Es primordial que cuentes con la capacidad de analizar tus cifras actuales para que sepas qué pasará en el futuro y puedas prepararte para ello.
- No te arriesgues demasiado: Aunque tomar riesgos podría ayudarte a crecer, reducir en gran medida las posibilidades de pérdidas te hará más fuerte. Debes de incrementar tus ventas, pero siempre de forma rentable.
- Toma decisiones asertivas: Esto solo será posible una vez que entiendas todo lo relacionado con el buen manejo financiero y comercial para que actúes ante cualquier eventualidad que pueda suceder.
Si eres líder de una empresa o negocio, es muy importante que tu equipo de trabajo cuente con estas habilidades, de esta forma te aseguramos que tendrás una operación comercial óptima y un proyecto cada vez más rentable.