En la actualidad, según datos de la Condusef se calcula que más del 70% de las personas entre los 18 y los 29 años aún viven con sus papás; y muchos de estos casos se deben a la falta de planeación, límites de gastos, bajos ingresos o incluso comodidad.
Aunque podríamos estar hablando de un tema socio-cultural o de educación, la realidad es que la situación en la que vivimos hoy en día en nuestro país, vuelve más complicado el proceso de independización para los jóvenes.
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Sin embargo, tarde o temprano se buscará la independencia ya sea por crecimiento personal, por casarse o irse a vivir con la pareja, o por acercarse a la zona de trabajo, y para ello se debe de realizar una buena planeación y buscar distintas alternativas para tener una buena experiencia.
El mejor consejo que podemos darle a aquellos que planean salir de casa de sus papás es ahorrar dinero, todo lo posible y siempre basándose en el presupuesto que se tenga estimado.
Es básico no rebasar el 35% de los ingresos mensuales en el pago de vivienda y hacer una lista de los gastos que se tendrán a partir del momento en el que se vivirá solo, desde la renta hasta los servicios, comida, transporte y diversión. Y muy importante, hay que contemplar el plan de crear un fondo de ahorro para emergencias que permita salir de situaciones económicas imprevistas. Planear y administrar los gastos facilitará en gran medida el proceso de adaptación a la vida independiente y evitará gastar más de lo que se tenga presupuestado.
También es importante contemplar que si en el futuro se planea comprar un inmueble propio, será necesario aumentar la cantidad de dinero que se haya destinado al ahorro de emergencias. Además recomendamos adquirir un crédito hipotecario que se adapte a las necesidades financieras.
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