Es muy común dentro del mundo del emprendimiento que se presenten oportunidades para invertir cuando no se cuenta con el capital requerido, entonces ¿qué tan factible es recurrir a un financiamiento o endeudarse con la finalidad de conseguir el dinero que permita desarrollar un proyecto comercial? Para contestar esta pregunta primero hay que tener clara la diferencia entre lo que es un financiamiento y una deuda.
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El financiamiento es acercarse a una tercera persona, ya sea familiar, conocido, bancos o programas de apoyo, financieras e incluso inversionistas, con la finalidad de que conseguir el dinero que te hace falta para emprender, o para adquirir algún bien. De esta manera podrías pagarlo de contado, siempre teniendo en cuenta que tienes la capacidad de pagarlo en parcialidades, sin que comprometas tus gastos fijos, ni los de tu casa o tu familia.
En cambio, la deuda rompe el equilibrio entre la capacidad financiera para solventar el préstamo y no poder hacerlo; o gastar todos tus ingresos pagando deudas más urgentes, e incluso recurrir a nuevos préstamos o disponer de dinero en efectivo directo de tu tarjeta de crédito para pagar otra deuda. Por lo regular, en estos casos, los intereses van incrementando hasta el punto en el que por más que pagues no verás que la cantidad que debes baje.
Por qué no conviene endeudarse para emprender
Sabiendo esto, ¿se podría decir que es recomendable endeudarse para realizar una inversión? Los expertos contestan a esta pregunta con un tajante NO, porque aseguran que nada que no tenga que ver con salud, vale la pena para tener una deuda que no vas a poder solventar.
Por esta razón, recomiendan hacer un profundo análisis de inversión, para que, en dado caso de que lo necesites, recurras a un financiamiento que puedas costear sin comprometer tu estabilidad financiera. Si tienes un inmueble a tu nombre, puedes solicitar un crédito hipotecario de liquidez o hipotecar tu casa como comúnmente se conoce, esta opción te ayudará a generar capital, ya que un banco te puede prestar hasta el 60% del valor de tu inmueble y de esta forma podrás emprender tu proyecto.
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No importa lo que quieras comprar, antes de hacerlo deberás de tener la seguridad de que tienes la capacidad de pagarlo, o en su defecto, que las ganancias que dejará tu producto o servicio serán suficientes para pagar el préstamo que hayas solicitado.
